Pastor predicaba la palabra de Dios y al tiempo cometía actos aberrantes

Mucha consternación ha generado el hecho en el que el pastor de una iglesia evangélica en Chinchiná Caldas, viola, tortura e intenta matar para luego enterrar, a su hijastra menor de edad.

El pastor quien predicaba la palabra de bajo principios cristianos, siempre aseguraba estar “comprometido con la obra de Dios”. Pero no precisamente fue lo que lansocidad colombiana pudo evidenciar después de la mañana del Miércoles 30 de Abril.

José Ramírez, invadido por el deseo aberrante de la carne y la acción psicópata de intentar generar muerte en su pequeña hijastra, terminó perforando su propio ‘Hueco’ en medio del odio de sus vecinos y cercanos a su vivienda, quienes tomaron justicia por si mismo, aplicándole golpes y otros maltratos al saber que este, cometió los actos mencionados.

Hoy se encuentra bajo su recuperación médica y bajo la vigilancia de las autoridades a la espera de ser juzgado y llevado a la cárcel por su acción voluntaria o demencial.

Sobre este acto aberrante cometido por una persona creyente o aficionado a la religión, queda claro que no hay lugar ni posición que pueda evitar que se cometan estos actos que solo pueden ser evitados, estando al tanto de los movimientos y lugares frecuentamos por los nuestros niños.

“No hay que confiar en nadie, nadie es Dios y solo el estar pendiente a nuestros hijos, nos llevará a la tranquilidad de que estén seguros” manifiesta algunos ciudadanos en redes sociales.